Cada año visito Hispanoamérica por diferentes motivos, algunos profesionales y otros simplemente por el placer de estar con mi familia y mis amigos.

Siendo muy joven tuve la suerte de “patear” casi todo este maravilloso continente (utilizo este verbo en forma literal ya que en aquella ocasión emprendimos con unos amigos un largo viaje por tierra desde Argentina hasta México) que nunca deja de sorprenderme por su exuberante belleza natural y atraparme por la calidez, sensualidad y afecto de su gente.

Cada vez que vengo me ocurre lo mismo: me dan ganas de quedarme.

El viaje de este año fue motivado principalmente por el estreno de dos obras a las que les profeso un cariño muy especial porque seguramente marcarán un antes y un después en mi vida profesional como compositor y director coral.

MERIDA, YUCATÁN:

“FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA CULTURA MAYA”

El 17 de octubre, en Mérida, Estado de Yucatán, (México) realizamos el estreno mundial de VIENE EL AGUA CANTANDO obra que me había sido comisionada para la ceremonia de inauguración del “FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA CULTURA MAYA”, un magno acontecimiento cultural que se realiza cada año como un espacio de reflexión y diálogo entre la tradición y la contemporaneidad de esta milenaria cultura.

En la ocasión, me tocó dirigir a  una monumental masa coral compuesta por casi 400 niños integrantes de Coros de toda el área maya: península de Yucatán, Guatemala y Honduras. Al concierto, realizado al aire libre, en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, en las cercanías de la  ciudad de Mérida, asistió el Lic. Enrique Peña Nieto, Presidente de México, el Lic. Rolando Zapata Bello, Gobernador del Estado de Yucatán, así como las más altas autoridades de la Cultura y las Artes tanto nacionales como de la región.

Hacia las siete de la tarde, bajo la tutela de una blanquísima luna llena coronando la piedra milenaria de la pirámide maya, las voces de los niños, acompañados por el toque de la caracola, el tunkul y los palos de lluvia, entonaban:

Viene el agua cantando cristales de otros mundos…
Dame tu mano de agua,
Ella no tiene banderas ni razas…

Habíamos tenido cuatro días de intenso trabajo musical en el recientemente inaugurado Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, una bellísima construcción que se levanta como un inmenso árbol de cristal y acero simbolizando la Ceiba, el árbol mitológico de los mayas. Cuatro días de entrenamiento vocal bajo la experta conducción de la Maestra Lourdes Sánchez, directora de la Coral Nacional juvenil “Simón Bolívar” de Venezuela, invitada, al igual que yo, para este magno acontecimiento.

Fue muy emocionante para mí, dirigir ese océano de voces infantiles a los pies del templo Maya de las Siete Muñecas que emerge como un espectro en la espesa selva yucateca.

Después de unos días de descanso comenzó en la misma ciudad de Mérida el:

 “13 Festival Internacional de Coros de Yucatán”

Este gran evento coral, que se precia de ser el más importante encuentro coral de México, está liderado desde sus comienzos por el Maestro Néstor Rodríguez Silveira, director del Conjunto Vocal de Yucatán e infatigable impulsor de innumerables proyectos corales en todo el Estado.

Diez coros, provenientes de México, Venezuela y Argentina, cantaron a lo largo de las cinco jornadas en el magnífico escenario del Gran Museo de la Cultura Maya y en el bellísimo teatro Peón Contreras, recientemente restaurado.

Durante las mañanas, después de unas interesantes mesas redondas donde el director de cada agrupación exponía su criterio de trabajo y su dinámica de grupo, tuvimos algunas sesiones de ensayo para el montaje de las obras de canto común que me habían encomendado para dirigir en el Concierto de Clausura.

Escogí dos obras para Voces Blancas ya que la mayoría de los coros eran de mujeres y de niños: AVE MARIA  y la recientemente estrenada VIENE EL AGUA CANTANDO, (a la que le agregué en esta oportunidad dos voces masculinas), ambas de mi autoría.

Por la noche eran los conciertos, que compartían dos corales.

Asistí a todos y pude comprobar la interesante y variada propuesta musical de cada uno de los coros.

Pudimos apreciar el espléndido trabajo de dos coros de niños: el GRUPO CORAL CARITAS del DF, con voces muy bellas y empastadas, dirigidas por Carlos Alberto Vazquez y Mónica Zertuche y el prestigioso conjunto coral NIÑOS CANTORES DEL VALLE DE CHALCO, con una puesta de escena impecable y sorprendente bajo la batuta de un gran maestro: Jesús López, organista de la catedral de México y exquisito compositor.

Un grupo vocal más pequeño, el ENSAMBLE VOCAL DE METEPEC, que a pesar de su corta trayectoria, nos mostró una gran musicalidad en un programa variado, divertido y fresco, bajo la tutela de un director sensible y exquisito: el Maestro Alfredo Elías López Hernández.

Desde el norte de México, al otro extremo del país, llegó el CORO FEMENINO DE LA ESCUELA SUPERIOR DE MÚSICA Y DANZA DE MONTERREY, con su director Juan Carlos Álvarez Franco. Con un programa serio y exigido musicalmente (quizá el más variado de todo el Festival) y resuelto con gran profesionalidad.

Los dos coros provenientes del extranjero, ambos de gran calidad, nos mostraron dos facetas bien distintas de las posibilidades expresivas de la voz humana. Las VOCES CLARAS DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA, de la mano de la Maestra Sara Peralta, nos mostró un instrumento dúctil, lleno de transparencias sonoras, (como el cuatro venezolano que la propia directora pulsó en algunas obras) extremadamente trabajado en los detalles y matices, en unas obras complicadas sobre todo en su aspecto rítmico. El grupo proveniente de Argentina, el CORO FEMENINO DE LA MUNICIPALIDAD DE SANTO TOMÉ, nos mostró, por el contrario, un trabajo vocal muy exigido en cada una de sus integrantes ya que esta escuela está más dirigida al canto solista y al virtuosismo vocal. La directora del conjunto, María Elena Boero, es una prestigiosa y reconocida maestra argentina, país que al igual que Venezuela, goza de una extraordinaria tradición coral.

Finalmente quiero mencionar la destacada actuación de los tres grupos que representaron a Mérida: el CONJUNTO VOCAL DE YUCATÁN, dirigido por el Maestro Néstor Rodríguez Silveira, que con sus 28 años de trayectoria ininterrumpida se ha convertido en uno de los grupos de referencia en el mundo coral mexicano. Los NIÑOS CANTORES DE YUCATÁN, dirigidos por Gaspar Gamboa Sosa, bellamente ataviados con sus trajes típicos cuya corta trayectoria les hace augurar un futuro muy interesante. Y finalmente el conjunto femenino VOCES CLARAS DEL CENTRO ESTATAL DE BELLAS ARTES que bajo la dirección de Margarita Jiménez Sánchez hizo un cuidado programa que incluyó desde obras antiguas hasta contemporáneas.

Tuve oportunidad de oír y disfrutar, como es natural, de muchas obras del repertorio popular y tradicional hispanoamericano, tan colorido, variado y lleno de contrastes y emociones como el pueblo que lo creó.

Mi enhorabuena a todos los coros participantes y muy especialmente al extraordinario equipo humano del Maestro Néstor Rodríguez que cuidaron con exquisitez todos los  detalles organizativos para que los coros y los maestros se sintieran a gusto. Fue realmente una FIESTA CORAL.

CORDOBA, ARGENTINA

“MISA BROCHERIANA” en honor del cura gaucho.

Con motivo de la beatificación de José Gabriel Brochero, (1840-1914), se me encomendó la composición de una obra coral para ser estrenada en la Villa de Santa Rosa, en la provincia de Córdoba, población natal del famoso “cura gaucho” argentino.

Pensé inmediatamente en componer una Misa cantada en homenaje de quien fuera un sacerdote ejemplar, nacido en el seno de una familia muy humilde y que dedicó con extrema generosidad toda su vida a la causa de la evangelización de los más pobres y olvidados de su tierra.

Durante mi estancia en Buenos Aires en el invierno de 2012 fue cobrando vida esta obra que realicé con mucho afecto ya que me acercaba a esta figura tan querida y admirada por mí desde mis años juveniles en el seminario. Además una feliz coincidencia cronológica me hicieron advertir que justamente este año se cumple el cincuentenario de la aparición de la  famosísima “Misa Criolla” de Ariel Ramírez, obra que inspiró las primeras composiciones musicales de mi adolescencia.

Le llamé “MISA BROCHERIANA”. Al igual que la de Ramírez, esta Misa está escrita en castellano y cada una de sus cinco partes utiliza ritmos, giros melódicos y estructura armónica del folclore argentino.

Tiene además un himno procesional de entrada y despedida compuesto sobre un texto extraído de la Misa de los Sacerdotes.

El concierto se realizó en la Capilla Histórica del Santísimo Rosario, dentro del colegio de las Hermanas Dominicas que el propio Brochero ayudó a construir en su pueblo natal a finales del Siglo XIX.

Escogí para la interpretación de la obra el CORO MUNICIPAL DE CORDOBA, un excelente conjunto vocal a quien había tenido el placer de dirigir en otras oportunidades en programas de Música Barroca Colonial. SANTIAGO RUIZ, su joven y talentoso director hizo un minucioso trabajo en la preparación técnica y musical de la obra.

Fue muy emocionante ver no solo la iglesia colmada de gente, sino también los patios porticados del colegio que fueron acondicionados con pantallas gigantes para que todos los que habían acudido no solo del propio pueblo sino también de otros pueblos y ciudades tuvieran oportunidad de presenciar el evento.

Estas son las cosas hermosas que nos ocurren a los que tenemos la fortuna de dedicarnos a esta profesión maravillosa que es la música.

Es este un año muy especial para mí ya que hace pocos meses perdí a mi madre, a quién debo no solo el don de la vida sino también el permanente estímulo y apoyo a mi vocación.  Ella fue y seguirá siendo uno de mis principales fuentes de inspiración.

Dante Andreo