Taller Coral con el Coro del RGCC (Real Grupo Cultural Covadonga).
Director: David Pérez Fernández.

El pasado viernes acudí a Gijón con un atractivo programa de fin de semana. El mismo viernes una charla para una estupenda y animada audiencia. Comenté cómo llegue a los coros y a escribir música coral. Les presenté obras de diferentes época y cantadas por diversos coros. Críticas a la música y a las interpretaciones. Buenas risas y excelentes conclusiones.

El sábado por la mañana, el director del coro, David, presentó el taller y comenzamos a dirigir, alternando, “Kyrie” de la Missa Brevis de Dante Andreo; “O vos omnes” de Ignacio Mocoroa; Notre Père de Durufle; “Ave Maria” de Sarasola; “Si quieres subir al cielo”, de García Abril; Verleih uns Frieden de Mendelssohn, al piano, Nerea Busto (mi sobrina, jeje); para finalizar con “Lux fulgebit” de JB.

Me encontré con un coro muy bien trabajado por David, al que yo añadí algunos aspectos interpretativos. También insistimos mucho en aspectos vocales y, sobre todo, en elevar la autoestima del grupo. Puedo asegurar que lo que conseguimos en pocas horas de trabajo quedó reflejado en el concierto del domingo en la Iglesia de la Asunción, cuyo párroco presentó con sumo cuidado y cariño el concierto.

Inició el coro la primera parte y dirigidos por David, interpretando, desde el coro de la preciosa iglesia “Inmortal Bach” de Nystedt; “Laudate nomen Domini” de Tye; “Ave Maria” de Arcadelt; “Ave verum” de Elgar, finalizando con “O sacrum convivium” del gran Jesús Gavito (preciosa obra).

En la segunda parte lo trabajado durante el viernes y sábado.

Quiero destacar la magnífica actitud del grupo, la capacidad de superación, aún estando agotados vocal y físicamente, el sábado por la tarde aguantaron a tope y durante el concierto añadieron ese plus que, sin saber de dónde sale, los cantores son capaces de aportar a la música cuando se ponen delante del público.

Creo que fueron capaces de entender la grandeza de sus emociones musicales, aspectos internos que desconocían.

El concierto fue muy agradable, pleno de musicalidad, corroborado por el público asistente. Algún pequeño despiste que se resolvió sin problemas y, de manera definitiva, en el bis final.

Un directivo del RGCC me entregó una placa que agradecí y ofrecí al coro y audiencia.

El detalle final de los pastelitos con dos velas (64), conmemorando mi reciente cumpleaños, hizo que la emoción fuera máxima.

Animo al coro a proseguir en el trabajo y, sobre todo, que sigan mostrando tanto cariño y el deseo por mejorar sus capacidades corales. El coro está en buenas manos y les auguro un excelente futuro.

Un fuerte abrazo y hasta la próxima.

Javi Busto