Bustovega, la editorial de Maruchi y Javi Busto
Se conocieron porque los dos entraron a formar parte del coro universitario de Valladolid, ciudad natal de María Luisa Vega, donde fue a estudiar el hondarribitarra Javier Busto. Desde entonces están juntos y juntos, en 1998, fundaron la editorial BustoVega.
En esta entrevista preguntamos a María Luisa Vega lo que siempre hemos querido saber sobre su trabajo editorial. Gracias por respondernos y por compartir con nosotros vuestras Novedades Editoriales.
¿Cómo surgió la idea de bustovega editorial?
Estando en Japón hace doce años, donde Javi trabajó con varios coros y a donde acudió fundamentalmente para estrenar él mismo su “Missa pro defunctis”. Fue idea suya la de iniciar la venta de las partituras, de crear una editorial. A mí me daba mucho respeto. Realmente, su música tenía ya mucha demanda tanto en España como en el extranjero. Ya en aquéllos momentos, muchas personas o coros escribían pidiendo que se les enviara música, y lo hacíamos continuamente. Hacíamos fotocopias, un montón de fotocopias, y las enviábamos por correo postal (no se utilizaba aún el sistema del PDF y poco material estaba en nuestro ordenador, había mucho manuscrito).
¿Con qué estructura contáis: personas, instalaciones…?
Nuestra empresa, por decirlo de alguna manera, es absolutamente familiar. Personas, las justas: él y yo. Instalaciones también las justas: todo se hace en nuestra casa y un pequeño garaje que nos sirve de almacén de partituras y discos.
La obra de Javi Busto se interpreta en todos los países del mundo ¿Hacéis vosotros mismos la distribución?
Si, con alguna excepción. En EEUU hay alguno de nuestros títulos subpublicados, lo que significa que ellos “fabrican” esas partituras allí, con su propio diseño, para venderlas exclusivamente en su país y Canadá. En el caso de Japón, que es nuestro primer y mejor cliente, tenemos un acuerdo no escrito por el que todo el material se lo pasamos en exclusiva a la tienda Pana Música y, ellos se encargan de venderlo en su país. En los países nórdicos, tenemos un contrato de distribución. Todo el material se lo enviamos nosotros a la editorial Norsk, quien se encarga de venderlo.
¿Ha influido tu experiencia como cantante de coro en la editora que eres?
Pues la verdad es que en algunas cosas sí. Llevo cantando en coros desde los 19 años. He tenido muchas partituras en mi mano y no todas me gustaban. Soy muy meticulosa. Algunas carencias que notaba las he tratado de paliar. Por ejemplo, añadir, junto a la página, el título de la obra. La traducción del texto es otro detalle que mucha gente nos agradece, así como la guía de pronunciación del Euskera, que elaboramos nosotros.
¿Cómo y dónde registra su propiedad un compositor para la edición, difusión y reproducción de su obra? ¿Qué porcentaje le corresponde por copia de obra editada o reproducida? ¿Se respeta en la radiodifusión y retransmisión de conciertos?
Bueno, nosotros no somos expertos. Hay dos temas diferentes. Uno de ellos es el referente a cómo se deja constancia oficial de la autoría de una obra de creación. Existe el Registro de la Propiedad Intelectual. Javi nunca ha registrado ninguna partitura en él, es un procedimiento algo engorroso. Además, hay que pagar por cada registro. En lugar de esto, directamente lo hace en SGAE, que es, como todos sabemos, una sociedad de gestión de derechos de autores y editores. Esto significa que yo como editora, también soy socia y registro las obras editadas. Esto no supone que oficialmente quede demostrado que esas obras sean de su autor, pero el procedimiento es más sencillo y en la práctica, es una prueba de ello. Los porcentajes de reparto de los derechos generados son variables dependiendo de varios factores. Digamos que los autores (música y texto), en general, se los reparten al 50%. Con respecto al editor, se puede firmar un contrato con uno o más de los coautores, no es obligatorio hacerlo con todos.
Otro tema es cuando una obra se edita. Existe un contrato autor/editor mediante el cual se acuerda el pago al compositor de un porcentaje de las ventas de partituras y que suele ser, en todos los países, en torno a un 10%.
Respecto de si se respeta, pues para saberlo debería de verificarlo personalmente, lo cual es imposible. Cada uno debe hacer bien su trabajo.
A todos nos ha llamado siempre la atención la larga lista de obras de Javi Busto cuyos derechos tienen otras editoriales y de distintos países (Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido, USA, incluso en España: CM Ediciones) ¿Cómo se produce esta circunstancia? ¡El mismísimo Ave María es de la sueca Gehrmans Musikförlag!
Bueno, esto es lo normal. Una obra editada significa, que se realiza un contrato por el que el compositor cede parte de sus derechos para que esa empresa se encargue de difundir y defender su obra. Y digo que es lo normal en todos los países. Si no lo hicieran otros, tendría que ser el propio autor, eso sí, con todos sus derechos para él. Por algo, cualquier compositor del tipo que sea, busca quién se encargue de esa labor.
Los términos del contrato (que por cierto, no tiene que hacerse con todos los coautores de la obra y por lo tanto los no participantes en el contrato guardan todos sus derechos), los acuerdan entre ellos, pero en realidad, está todo muy normalizado. No es malo para el autor, es lo normal. Pensemos que esto es desconocido por estar hablando de música coral, un tema que no es de masas, pero no podríamos imaginar que Plaza y Janés, o Planeta editaran los libros de autores que todos conocemos sin que participaran en los derechos. ¿Habría sido mundialmente conocido el Ave Maria sin la participación de Gehrmans? Quién lo sabe.
¿Cuántos ejemplares tiene la edición mínima? Y ¿Cuál es el “best seller” de bustovega? ¿Cuántos ejemplares?
Cuando comenzamos con esta aventura, no sabíamos ni cómo hacerlo. Todo era muy pensado pero absolutamente autodidacta, como la composición de Javi. Había que pensar cómo imprimir, qué tamaño nos gustaba, cómo grapar las hojas, cómo cortar…… Esto viene a cuento de que al principio todo era artesanal, a demanda, partitura por partitura. No sabíamos si nos iban a pedir una, o dos, o cincuenta. El primer día que nos pidieron 100, 200, pues nos planteamos que había que pensar en ir a una imprenta. Y efectivamente. Gráficas Anaka de Irún nos recibió encantados. Todo esto para decir que ahora las tiradas dependen del éxito de cada título. Encargamos cada vez 500 como mínimo. De ahí a más. Creo que la tirada mayor ha sido de 2.000 ejemplares. Cuando se acaban, encargamos más. Reimprimimos continuamente para tener siempre en stock.
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Nuestro best seller es claramente O magnum mysterium. Se han vendido hasta ahora unas 9.000 partituras. No está mal. Hay otra obra que nos sorprende mucho por lo sencilla y corta que es (una única página de música) y de la que se ha vendido casi en igual cantidad: Ave Maria gratia plena. Otros títulos muy conocidos son por ejemplo Sagastipean, Lafa-Lafa, Missa Augusta.
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¿Cuál de todas las culturas corales es la más respetuosa con los derechos del compositor? Realmente la pregunta es ¿Existe algún país en el que los coros amateurs canten habitualmente y no sólo en los concursos, con partituras originales?
En lo que nosotros conocemos, nuestra experiencia, Japón es absolutamente respetuoso, compra todo. En Francia están muy concienciados e incluso se vigila. Los países nórdicos están muy habituados. En USA utilizan mucho, está generalizado el uso de originales pero ellos tienen un mercado editorial amplísimo y fabrican muy barato. En Europa es caro y por este motivo no compran o muchos optan por no interpretar por el costo de la compra del material. Es por eso que se subeditan en muchas ocasiones, como ya he dicho antes. En concreto, casi todas o muchas, digamos, partituras de Javi editadas en Gehrmans, Suecia, están subeditadas en USA, y son esas las que ellos compran para su interpretación. En fin, luego venimos todos los demás. Muchos compran/compramos algunos originales de vez en cuando y si se acude a un concurso pues por lo menos un número reducido de ejemplares. Hay mucha gente en España que está haciendo un esfuerzo y eso es de agradecer. Tengo en mente varias personas. Bueno, creo que de todo esto ya hemos hablado antes.
¿Os habéis planteado, siguiendo las últimas tendencias institucionales, “perseguir” de alguna forma el pirateo de partituras con el que trabajamos todos los coros hispanos? Matizándolo ¿Os habéis visto obligados a hacerlo en alguna ocasión?
No. Ahora hablo en mi nombre. Nuestra empresa es atípica. Es de un solo autor y resulta que ese autor es precisamente mi marido. Eso da cierto pudor. Es cierto que es un negocio y debe serlo pero no una ONG. Me gustaría preservar el espíritu de la personalidad de Javi que no es mercantil.
Nuestro país ha cambiado mucho en muy pocos años. El nivel de vida y de educación ha aumentado mucho pero no podemos olvidarnos de dónde venimos y dónde están muchos otros países. Se trata de que todos tengamos nuestro propio sentido de lo que es una medida justa. Yo no fotocopio los libros que leo pero sí comparto los que leo con los demás. No compro todo lo que leo.
Si yo trabajara para una editorial convencional, mi punto de vista debería ser otro por eso lo respeto y apoyo.
La generosidad de Javi Busto es universalmente conocida, siempre está regalando su obra por donde quiera que va. En “bustovega” siempre hay alguna obra que “Puede imprimirse gratuitamente. Haga click aquí” Ahora está J.S. Bach\’i elizan. Esto va obviamente en contra de los intereses de bustovega ¿Cómo lleva la editora ese permanente “lucro cesante”?
Nosotros tenemos un catálogo de obras editadas. Lo están en formato tradicional, como todos conocemos las partituras editadas, impresas. Estas se venden, no se regalan (sí se hace de forma puntual o a efectos de promoción). Javi tiene bastantes partituras editadas en otros países y son esas editoriales las que se ocupan de su venta y distribución. Por último, está todo el resto de composiciones, no resto en sentido despectivo. Son las no editadas y que nosotros vendemos en lo que llamamos formato PDF o bien regalamos, es un destino absolutamente discrecional. Esa es la ventaja de no tener que dar cuentas a nadie. Por lo tanto no va en contra de “bustovega”. Nosotros, como hemos dicho, somos una editorial muy pequeña y tener un catálogo grande sale muy caro. Además, creo que es bueno tener siempre títulos, llamémoslos libres, pues la gente se siente más cómoda para cantarla por no estar editada. Ahí está por ejemplo “A tu lado”, que no está editada pero su difusión es imparable. Editar en España a veces es coartar mientras que en otros países es al revés. Damos una de cal y otra de arena.
Novedades Editoriales
EJEA, LA DE LOS CABALLEROS. Voces mixtas
O QUAM SUAVIS EST. Voces mixtas
O SALUTARIS HOSTIA. Voces mixtas
“GIZON ON BAT…”, obra obligada en la modalidad de niños del Certamen Coral de Tolosa 2009
“DEUX CHANSONS POUR CHOEUR”. Dos poemas franceses musicados para coro mixto
“MILA BEGI”. Libro de recopilación de 35 canciones para voces iguales
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