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Kantuz 99: Entrevista a Ana Arreche y Luismi Espinosa, responsables de Tolosa 2012

Publicado por el 18 October 2012 Sin Comentarios

Compartimos la entrevista de Amaia Goikoetxea Orbegozo a Ana Arreche, presidenta del Centro de Iniciativas de Tolosa y a Luismi Espinosa, Director del Certamen Coral de Tolosa publicada en el nº99 de Kantuz, la revista de la Confederación de Coros del País Vasco

“Eliminar la modalidad infantil era lo único que podíamos hacer para afrontar la situación económica”

El 44 Certamen Coral de Tolosa no contará este año con el concurso infantil. Una decisión que la organización del certamen ha tenido que tomar para hacer frente a los duros recortes económicos que ha sufrido el concurso. El director del Certamen Coral de Tolosa Luismi Espinosa y la directora del CIT (Centro de Iniciativas de Tolosa) Ana Arreche han explicado cómo ha afectado la crisis a la organización del certamen.

Por primera vez en muchos años, el Certamen Coral de Tolosa no contará con el concurso infantil. Habrá costado mucho tomar esa decisión…

La crisis nos ha afectado muchísimo. Suponíamos que habría recortes, eso estaba claro. Lo que ocurre es que habíamos hecho una previsión, y que a finales de abril vimos que el recorte iba mucho más allá de lo esperado: en total, 200.000 euros menos que el año pasado. Los números no cuadraban, no había manera de afrontar semejante recorte, por lo que no tuvimos otro remedio que eliminar una de las modalidades, la infantil. Era lo único que podíamos hacer. Por una parte, el certamen mixto no lo podíamos suspender porque es la esencia, el centro del concurso y, por otra parte, la modalidad de grupos vocales no supone gran coste; es decir, el número de componentes de toda la modalidad es menor que un único coro infantil. Así que, quedó claro que eliminar la modalidad infantil era lo único que podíamos hacer para afrontar la situación económica. Somos conscientes de que para el público es muy duro, porque el concurso infantil es el que más éxito suele tener, y nos ha costado mucho tomar esa decisión. Pero no había otra forma de sacar adelante el certamen. Aun así, estamos a la espera de ver cómo se cierra el balance económico. Cuando te mueves cada año en ciertos números, quitando de aquí y allá sabes cómo vas a cerrar el año; pero esta vez el cambio ha sido muy importante, y habrá que ver cómo acabamos.

¿Se han visto obligados a realizar alguna modificación más?

No, la verdad es que estamos en la mínima expresión. Antes solíamos organizar algún concierto especial, por ejemplo, de inauguración, y cuando comenzaron los recortes fue lo primero que eliminamos, porque quitando eso se podía seguir adelante. Pero claro, lo de este año ha tomado otra dimensión, ha sido bestial.

¿Qué previsiones tienen de cara al año que viene?

Lo único que podemos hacer es esperar. Queremos seguir organizando el certamen infantil, pero si seguimos con las condiciones de este año, va a ser muy complicado. Otra opción podría ser intentar buscar financiación en el sector privado, algún esponsor, por ejemplo, pero es muy difícil. Ya no estamos hablando únicamente de recortes públicos, el mundo empresarial también está en muy mala situación. Y, dentro de lo que cabe, el certamen tiene una autofinanciación importante, pero no es suficiente. El mundo de la cultura en general se va a quedar muy tocado.

¿Subirá el precio de las entradas de las sesiones?

Sí, pero aun así serán muy módicas. La subida es de un euro por sesión y cinco euros por abono. El abono quedaría en 55 euros, creemos que es un precio muy asumible. No esperamos que esa subida afecte al público, es decir, pensamos que la gente seguirá viniendo igual. Pero a nivel de presupuesto esa subida tampoco nos supone mucho incremento; el haber subido el precio de la entrada un euro es prácticamente testimonial. Si el certamen no estuviera sostenido desde las instituciones, el precio no sería asumible, y es algo que ocurre en todas las actividades culturales. La verdad es que, si esto sigue así, el futuro se prevé bastante oscuro, quienes tengan competencias en esto se lo tienen que plantear seriamente.

Este año no hay ningún coro vasco entre los participantes…

No, es complicado que haya. Nos gusta que vengan coros vascos, por supuesto, pero es muy difícil concursar en casa. El nivel del certamen de Tolosa supera la media, sacar premio aquí cuesta mucho más que en cualquier otro concurso del circuito. Tienes al público contigo, pero a la vez te pide más, la presión es mucho mayor. Los coros que participen en el certamen tienen que estar muy rodados. Entre las formaciones que podrían venir, por ejemplo, está el coro de voces blancas de Basilio Astúlez; pero en este momento no tenemos certamen de voces blancas. Aunque hemos mantenido la calidad del certamen, estamos observando cómo se van recortando los márgenes, cómo se va limitando la capacidad de traer coros.

¿Cuesta mucho traer coros al certamen?

Lo complicado es traer coros buenos. Además, en los últimos años las inscripciones están cayendo, y detrás de ello hay, por supuesto, razones económicas. Por ejemplo, hasta hace tres años los coros alemanes venían con todos los gastos pagados por el Ministerio de Cultura alemán. Pero hace dos o tres años, cuando aquí todavía no había recortes en cultura, en Alemania ya habían empezado. Es normal, cuando estás acostumbrado a moverte en ciertas condiciones y de un día para otro esas condiciones cambian, te quedas limitado. El año pasado, por ejemplo, un coro lituano nos comunicó en abril que no podía venir porque no tenía subvención. Los recortes hacen que la gente se mueva menos.

¿Qué destacarían del certamen de este año?

El nivel. Aunque el formato del concurso sea más pequeño, hemos tratado que los coros que vengan sean de calidad. No hemos querido jugarnos la calidad por la cantidad; hemos optado por eliminar una modalidad para intentar mantener la calidad de los coros que participan en el certamen. La gestión diaria, es decir, contratación de coros, envío de bases, etc., lo hemos realizado como los años anteriores, y en cierta medida es ahí donde está la garantía del concurso: seleccionar coros de calidad, trabajarlos para que se animen a venir, etc.

Y, ¿en cuanto a la procedencia de los coros?

La procedencia de los coros que participan en el certamen de este año es bastante variada: Asia, Europa y América del Norte y del Sur. Traer coros de Oceanía y de África es bastante más complicado; por una parte, hay menos coros y, por otra, están donde están y para ellos es muy costoso organizar este tipo de viajes. En cuanto a calidad, los más seguros siempre son los coros de los Países Bálticos, los escandinavos y los alemanes. Está claro, eso siempre va relacionado en cierta medida con la moda, el tipo de sonido que nos gusta, etc., pero en general, no suele fallar. Por otra parte, los coros filipinos, por ejemplo, tienen un sonido muy bonito y mucha pasión, pero en ocasiones, otros elementos como la afinación o el empaste parece importarles menos. Eso sí, son coros que triunfan antes de cantar, sólo con salir a escena. Filipinas y Japón han sido las escuelas fundamentales de Asia, quizá más Filipinas; pero ahora mismo los japoneses están dando un salto cualitativo muy importante, porque trabajan una barbaridad. Cuando un coro japonés nos envió los horarios de los ensayos, tuvimos que recordarles que a ciertas horas se come, porque pedían sitio para ensayos continuos desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Es gente muy trabajadora, y cuando se proponen algo…


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