Enhorabuena al “Coro de Voces Graves de Madrid”, por Chema Morate
Enhorabuena al “Coro de Voces Graves de Madrid”
Preparado por Juan Pablo de Juan, sus 60 cantores se presentaron en el Auditorio de Valladolid del Centro Cultural Miguel Delibes, para interpretar la Sinfonía nº 13 en Si b.m., op. 113 “Babi Yar”, de Shostakovich, con la Sinfónica de Castilla y León, Alexander Vinogradov como bajo solista (fantástico desde todos los puntos de vista), todos dirigidos con mano maestra por Vasily Petrenko, en su despedida como Principal Director invitado. Y hay que decir de entrada, que la prestación del Coro fue óptima.
Afrontar esta partitura requiere, no sólo la lógica lectura musical que solicitan todas, sino profundizar en su terrible contenido, descrito por el poeta Yevgeny Yevtushenko en su poema “Babi Yar”, sobre la matanza de 33.771 judíos, según fuente oficial, en el barranco de ese nombre próximo a Kiev, los 29 y 30 de Septiembre de 1941, por las ametralladoras del ejército alemán tras su toma de la ciudad, con connivencia de autoridades ucranianas, lo que mantuvo oculta esta masacre hasta el 29 noviembre de 1943 en que dio noticia el The New York Times y su eco llegó al proceso de Nurenberg; pero tal vergüenza hizo que ni Stalin ni la nueva Alemania tuvieran interés en su difusión generalizada en la propia URSS, hasta que en Septiembre de 1961, el joven Yevtushenko conoció casualmente el suceso y escribió el poema que guardó memoria para siempre de tal tragedia. Shostakovich lo leyó, quedó impresionado y empezó la composición a inicio de 1962, terminando en Marzo la versión para voz y piano que, orquestada, se estrenó con éxito el 18 de Diciembre en Moscú, con oscas autoridades ausentes y todo tipo de trabas censoras administrativas. Los 4 movimientos que siguen a este inicial, son otros cuatro poemas del mismo autor: “El humor” (“alegre melodía con armonías tristes, propio de la música judía”, como dijo el compositor); “En la tienda” (homenaje a la heroica mujer rusa, sostenedora del Estado con su trabajo manual y de su propio hogar familiar, burlada por las corruptelas del régimen; “Miedos” (irónica descripción de Shostakovich de los que toda dictadura produce en la ciudadanía, mutada en recelo y desconfianza); y “Hacer carrera” (la burla que supone que autoridades mediocres y policiales que parecen brillar en su momento, sean despreciadas y olvidadas por la Historia, mientras sus perseguidas víctimas alcanzan la inmortalidad). Todos estos cambios psicológicos requieren de una gran expresividad y conocimiento del texto, para ser transmitidos a través del color y línea de canto, además con la dificultad añadida del idioma; y en este ámbito de la dicción, el trabajo de Juan Pablo y los suyos ha sido espléndido, logrando que la entonación y acento ruso, sus vocales diferentes, hayan sido asumidos por los cantores casi a la perfección, motivando que el Maestro Petrenko los felicitara en dos momentos del ensayo.
También lució el Coro gran capacidad dinámica y perfecta afinación en momentos en que la referencia orquestal ayuda poco o muy poco. Ataques precisos, pianísimos timbrados, siempre en tempo (tan sólo un leve desliz general en la 2ª estrofa de “La carrera” , resuelto con cuatro marcas de la batuta de Petrenko), empastado y con un bello legato expresivo e intencionado (“En la tienda”).
En ningún momento la magnífica participación de la O.S.CyL., con 58 cuerdas, 2 arpas, piano, celesta, 5 percusionistas y el resto de familias al completo, ocluyó la respuesta del Coro, que recibió estruendosa respuesta positiva del público y saludos repetidos de solista, músicos y Maestro, mereciendo por tanto la enhorabuena.
Hay que hacer constar que los datos ofrecidos sobre la deleznable masacre, están obtenidos de las excelentes “notas al programa” escritas por Julio Merino, Archivero de la O.S.CyL., partícipe importante en la contratación del Coro confiando, entre otros más sabios, en nuestro criterio valorador de sus posibilidades, ampliamente satisfecho.