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VI Foro Coral “Más que música” o cuando los sueños se hacen realidad, por José Luis Fernández Corro

Publicado por el 22 June 2011 Sin Comentarios

VI Foro Coral “Más que música” o cuando los sueños se hacen realidad

El Encuentro de El Espinar (18-19 de junio de 2011) ya es historia, una historia preciosa, sin embargo, hace tan sólo unas horas era una realidad tangible, tan tangible como maravillosa.

El Maestro Dante Andreo nos esperaba con ilusión, con esa ilusión que sólo los artistas como él son capaces de poner en cada nueva empresa que acometen y que no es ni más ni menos que su deseo de rociarnos con una pequeña muestra de su arte y su savoir faire y, a fuer de sincero, creo que lo consiguió.

Dante lo consiguió con creces porque en su compañía, nos hizo vibrar, nos hizo sentir, nos hizo disfrutar y de qué manera, con esa bendita locura de la que todos estamos aquejados, que no es ni más ni menos que el canto coral, que con la sabia y docta dirección del Maestro, se me antoja que fue más canto y más coral.

Nos hizo concebir Dante la ilusión, la magia, el interés por un proyecto, tanto a los más escépticos como a los más receptivos, en una palabra, consiguió que en unas horas se hiciera realidad la frase de “estar locos por la música”.

La mañana era algo fresca en este bonito pueblo de la sierra segoviana que, nada más llegar, nos obsequiaba con un delicioso cielo azul en el que la luna aún estaba presente, aunque tímidamente, como si no quisiera que nos diéramos cuenta de su inusitada presencia, mientras que en el aire el equilibrio era perfecto.

Las águilas ratoneras levitaban a gran altura, mientras las simpáticas cigüeñas “machaban el ajo” en el tejado de la iglesia y los últimos vencejos revoloteaban sin parar, en esos vuelos rápidos y rasantes por encima de nuestras cabezas, intentando conseguir el sustento, ese su sustento tan suculento para ellos y que no es ni más ni menos que una buena ración de jugosos mosquitos.

El VI FORO CORAL MÁS QUE MÚSICA, fue bautizado con esa frase que tantas veces hemos oído “… y el verso se hizo música” …y efectivamente, al concluir nuestra cita, creo no equivocarme si digo que la mayoría de nosotros sentimos unos sinceros deseos de rematar la sentencia, que se me antoja que quedaba un poco coja y casi al unísono dijimos… “… y habitó entre nosotros”.


Sin embargo, el Maestro no estuvo solo en ningún momento, sino acompañado de unos colaboradores de lujo que nos hicieron mucho más fácil y agradable todo un tan ambicioso como reducido programa, en el que Kronos imponía, una vez más, sus inexorables leyes, en función del tiempo.

Ulises Fuentes, extraordinario barítono, fue el encargado de calentar nuestras voces y atemperar nuestros cuerpos, sobre todo nuestras dormidas gargantas, con sus variopintas escalas y unos tan suaves como útiles ejercicios físicos.

El Maestro Ramón Gil González nos acompañó al piano de forma magistral y dos deliciosas damas nos brindaron su arte por arrobas, al darnos lo mejor de cada una de ellas, Mercedes Menchero, una lectora de lujo, nos obsequió con unos preciosos poemas de Lorca, que en su sutil y envolvente voz de tuba, nos hizo sentir una especie de gratificante escalofrío al conferir emoción, gran emoción, a algo que ya la tiene en sí mismo.

¡¡Cómo olvidarnos de María Fernanda!!… sí, he dicho María Fernanda, María Fernanda D´Ocón, esa gran señora de nuestra escena, primera actriz durante diez años del Teatro Nacional María Guerrero, galardonada con el Premio Mayte de Teatro, así como dos veces con el Premio Nacional y un sinfín de títulos y premios.

El arte de María Fernanda, que es inmenso, amenizó las jornadas con la lectura dramatizada de las piezas que el Maestro Dante había elegido al efecto; sin embargo, no sólo eso, es que, además, participó activamente en el ensayo de cada una de las piezas, rememorando así unos estudios de canto que si bien quedaron un poco lejos en el tiempo, sigue llevando latentes en su corazón, un corazón muy grande y generoso por el que nos brindó lo mejor de su arte.

Como elemento aglutinador de tanta maravilla, el Maestro Dante, que con su ágil batuta y docta dirección, nos llevó en volandas hasta sumergirnos en un mundo mágico de sensaciones, en esa ilusión de Cenicienta, que si bien tiene un fin, como todo en la vida, nos hizo disfrutar de un sueño, de un sueño maravilloso, del que creo que nos dio rabia, mucha rabia, tener que despertar.

Sería injusto obviar el regalo que nos hicieron Ulises Fuentes y Ana María Hidalgo cuando, en el broche final, nos ofrecieron, acompañados al piano por Ramón, el dúo de Los Gavilanes, como sólo ellos son capaces de hacerlo… magistralmente… y por lo que todos nosotros les brindamos un fuerte aplauso, que premiaba su buena intención al ofrecernos una mínima muestra de su arte.

Pero las Jornadas no se redujeron tan sólo a la Casa de la Cultura; es cierto que disfrutamos del entrañable auditorio en las horas lectivas, sin embargo, el tiempo de asueto que pasamos en Betania, donde estuvimos cómodamente alojados, también es para recordar y para recordar con cariño.

Compartimos en la residencia Betania desayuno, comida y cena, así como una interesante velada cinematográfica, con la proyección de la película Gesualdo, Death for Five Voices de Werner Herzog, en este maravilloso lugar tan sencillo como bucólico, con un patio central, presidido por un pozo y una campana con badajo, al que rodeaban una sinfonía de rosas blancas, más propio de la mística de Santa Teresa.

Betania nos ayudó a descansar y relajarnos para enfrentar con éxito cada una de las partes en las que se ha dividido este todo, un todo pleno de música, amistad, compañerismo, ilusión y sentimiento, el sentimiento de un trabajo bien hecho, al menos, esa fue nuestra intención y creo que lo conseguimos, no lo creo, lo afirmo.

El VI ENCUENTRO concluyó… ¡¡Viva el VII ENCUENTRO!!… No nos sintamos tristes por un tan bonito pasado que se fue, alegrémonos pensando en el futuro que nos aguarda, un futuro que se me antoja lleno de música, magia y esperanza, la esperanza de conseguir metas cada vez más ambiciosas y que nunca debemos perder en la vida; mientras llega ese momento, os dejo unos versos para el recuerdo… dicen así…

La batuta surcó el aire
con agilidad felina
y por el aire aun resuenan
voces de nácar, divinas
Ya son historia señores
del Espinar las Jornadas
ya cesó la magia plena
de los momentos vividos
con tan intensa emoción
mas el verso se hizo música
esa música que llena
el desván del corazón

José Luis Fernández Corro (JOLU)


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