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Zelenka o el enigma de la fama, por Juan de Dios Tallo

Publicado por el 03 September 2013 Sin Comentarios

Zelenka_Jan_Dismas

– Querido R*, estaríamos de acuerdo, probablemente, en que Johann Sebastian Bach es muy conocido. ¿No cree?

– ¡Cómo no!, ¡Qué cosas tiene usted!.

– Sin embargo, muchos profanos que asegurarían conocerle, no podrían citar obras suyas ni situarlo en una época o estilo. Pero, en fin, digamos que los merecimientos de Bach para una fama universal son incuestionables. Sin embargo, también es cierto que pasan casi cien años antes de que este reconocimiento comenzara a crecer hasta las dimensiones actuales.

– Bueno… es sabido que tarde o temprano el genio acaba por imponerse y vence modas y épocas. Hay muchos ejemplos de ello.

– Seguro, pero, amigo R*, eso me lleva a preguntarme también si algún día algún compositor actual alcanzará el prestigio de Mozart o Bach o, si usted quiere, de Schumann, Tchaikovsky o Prokofiev. Nadie, en los tiempos actuales, tiene la fama o goza de la admiración que disfrutaron Wagner y muchos otros grandes románticos. Claro está que debemos descartar a las estrellas de la música ligera, porque eso es otra historia.

– Querido H*, conociéndole como le conozco sé que me quiere llevar a algún lado que todavía no sé cuál puede ser.

– Le diré dónde quiero llegar. Me intriga esto de la fama. Tuve la oportunidad el otro día de asistir a un concierto donde se interpretó una misa de un compositor checo que llevo siguiendo desde hace tiempo.

– Ya, volvemos a Janaček y a sus liturgias glagolíticas que fueron su tema de la semana pasada….

– Que no, que no, que se equivoca usted. Ciertamente de ese ya le hablé el otro día. Me refiero a Zelenka.

– ¿Quién es este Zelenka? ¿Es un relegado al anonimato por el régimen comunista de Praga?

_ No, no, yo me refiero a Jan Dismas Zelenka, compositor barroco que fue admirado por Johann Sebastian Bach. La cosa es que llevo tiempo, como ya le digo, dando vueltas a esto de la fama o no fama. Me cuestiono la razón por la cual este hombre no es famoso mientras Bach, Haendel o Vivaldi son mundialmente reconocidos sin excepciones.

– Será que tienen más méritos. No sé…

Datos sobre Jan Dismas Zelenka (1679- 1745).

No se puede ofrecer una imagen o  retrato fiel de su persona porque, si alguna vez lo hubo, no nos ha llegado. Por ahí circula alguno, pero todo indica que debe ser falso.

Por mucho que su figura musical esté vinculada a la ciudad de Dresde, por el nombre ya vemos que el personaje es de origen checo. Efectivamente, este músico nace en la pequeña localidad de Louňovice pod Blaníkem a 80 kilómetros al sudeste de Praga.

Luonovice

El 16 de octubre de 1679  el maestro y organista del pueblo, Jirik Zelenka,  y su mujer, María Magdalena, tienen su primer hijo al que pondrán de nombre Jan Lukas. Años después, este chico, aprovechando la ceremonia de la confirmación, se cambiará el nombre por el de Jan Dismas por la admiración que le causaba la historia del ladrón bueno en la crucifixión de Cristo.

Los Zelenka son muy católicos, y a sus cinco hijas y tres hijos los educarán en esta confesión. Además, Jirik les enseña música. Algunos destacan en ello. En su momento, Jan Kilian llega a sustituir a su padre en el órgano de la iglesia local. A Jan Lukas se le ve tan espabilado que se le manda a Praga a estudiar con los jesuitas del colegio Clementinum. Del otro hermano, Matej, no sabemos nada. De las hermanas, claro está, tampoco.

Klementinum

En el Clementinum estudia el violone, nombre genérico con el que se designaba los diversos instrumentos de cuerda bajo que entonces existían, por ejemplo, el contrabajo. Allí parece que en 1709 ya está tocando el violón para la capilla del Gobernador imperial de Praga el Barón von Hartig y también que escribe sus primeras obras: algún que otro oratorio. En estas estaba nuestro hombre cuando surge la posibilidad para él y otros compañeros suyos, alumnos de la notable institución jesuita de conseguir un buen puesto de músico en la capital del vecino reino de Sajonia. En Dresde.

Qué sucedía en Sajonia.

Augusto II el FuerteSajonia pasaba por ser uno de los baluartes del luteranismo. Allí en su capital reinaba desde 1694 un ambicioso príncipe: Augusto II el Fuerte, llamado así por ser algo vigoréxico. Sabido es que gustaba de romper herraduras con sus manos para pasmo de sus cortesanos. No obstante, también quería presentarse como un monarca sensible apasionado por las artes.

Sabed que en 1697 muere el rey de Polonia Juan III Sobieski. Allí los reyes no pertenecían a una dinastía o familia real, sino que eran elegidos por un consejo de nobles conocido como el Szlachta. Augusto se postula como pretendiente al trono, pero pronto cae en la cuenta de que si no se convierte al catolicismo, no van a servir de nada las grandes cantidades de dinero que tiene previstas como argumentos contundentes con los que convencer a los electores.

Se convierte sin más escrúpulos y la jugada le sale bien viéndose como Rey de Polonia y, como premio extra, Gran Duque de Lituania. Ni que decir tiene que esta conversión sorprendió y molestó mucho en el mundo protestante. Si esto preocupaba al rey, sólo podemos decir que no lo suficiente. Lo que decide es no cambiar la religión del estado, de hecho su mujer permanece protestante, pero sí montar toda una corte católica en Dresde. Para ello necesita una catedral que no tiene. Manos a la obra, el teatro anexo a los edificios palaciales es reconvertido en templo católico. Este nuevo templo necesita de todo, pero especialmente una capilla de cantores y una orquesta.

Para reclutar músicos católicos se recurre a los jesuitas de la no muy distante Praga.

El polo musical de Dresde.

En 1710 Zelenka está integrado en la Capilla real de Dresde donde causa una inmejorable impresión. Se le concede beca para estudiar en Viena con Johann Joseph Fux en 1716 y allí permanece hasta 1719. ¿Fue su único viaje de estudios?. Probablemente no. Existe cierto documento  en el archivo de la corte sajona que nos informaría de cierto viaje a Venecia de tres músicos de Dresde interesados en la composición. Christian Petzold, Johann Georg Pisendel y nuestro hombre. En estos años de formación se empapa de música italiana, admira mucho a Palestrina y Frescobaldi. Dejará atrás la etapa de simple iniciado en los arcanos de los stile antico y moderno que usará alternándolos o mezclándolos en sus futuras misas. Y, especialmente, se convierte en un gran maestro de la fuga y contrapunto en general. Sus años con Fux no fueron baldíos.

En 1720 se da por terminada la fase de formación y Zelenka será un respetado músico de la corte dedicado a su violone, a sus composiciones y a enseñar. Entre sus alumnos se contaba Johann Joachim Quantz, el gran flautista del fin del barroco, maestro a su vez de otro eminente flautista y poderoso caballero como fue Federico el Grande de Prusia.

Pronto es elevado en sus responsabilidades al ser nombrado asistente del Maestro de Capilla Johann David Heinichen con quien mantuvo siempre buena relación. Como este maestro empezó a mostrarse achacoso por la edad, Zelenka fue sustituyéndole en cada vez más ocasiones. De esta forma se convierte en su sucesor natural y se postula al puesto cuando el viejo Heinichen muere en 1729. Sin embargo, tras cuatro años de espera con la plaza vacante y Zelenka trabajando de maestro in pectore se queda sin el deseado destino que va para un recién llegado: Johann Adolf Hasse.

Estos años fueron complejos en el baile de puestos importantes del mundo musical sajón, por entonces uno de los más importantes del mundo como ya empezamos a entrever. El mismo año de la muerte de Heinichen empiezan los problemas de Bach con sus patronos del municipio de Leipzig y sus visitas a la capital, Dresde.

Ni Zelenka ni Bach tienen suerte en sus aspiraciones. El hecho de que el Elector de Sajonia quisiera potentes formaciones musicales católicas con coros, orquestas, organistas etc. no quita para que lo importante entonces, en toda corte que se preciara, fuese un buen teatro de ópera. Y por eso vino Hasse, admirado compositor de ópera casado con una de las sopranos más famosas de la época. Zelenka en 1735 ha de conformarse con el título de Compositor de corte de la Capilla Real y Bach con el de Compositor de las cortes sajona y polaca o Hofcompositeur en 1736.

En aquella década de los treinta Bach viaja varias veces a Dresde. En 1731 da un recital de órgano en la Sophienkirche y asiste con su hijo Wilhelm Friedemann al debut de Hasse en Dresde con la ópera Cleofide. Luego volverá en varias ocasiones a tocar el órgano y a la ópera.

Sophienkirche

En 1775 Carl Philipp Emanuel Bach escribe una carta al musicólogo Johann Nikolaus Forkel, primer biógrafo de Bach, en la que le informa de la alta estima que su padre sentía por la música de Zelenka y de que llegaron a mantener una cierta amistad. El musicólogo citado informa de que Bach debió alojar en su casa de Leipzig al menos una vez a Zelenka. Y su música sonó en la bachiana iglesia de Santo Tomás mediante copias realizadas por Wilhelm Friedeman Bach. Además, Johann Sebastian, en su admiración por las misas de Zelenka, no puede resistir eternamente la tentación que supone el reto de escribir una él mismo para la corte de Dresde. La Misa en si menor, por tanto, debe indirectamente su existencia a Zelenka. Lo dice Forkel y sus fuentes son inmejorables.

Fueron tantos grandes compositores de entonces los que pasaron por Dresde que sabemos que Zelenka los trató. Entre otros conoció a Haendel y tuvo amistad con Telemann. Debió de tratar con frecuencia a Wilhelm Friedemann Bach que consiguió el puesto de organista de la Sophienkirche de Dresde.

Dresde

La estrella musical de Zelenka va apagándose, aunque no su genio. Sigue componiendo obras asombrosas, aunque, al igual que Bach, no es considerado un músico “moderno” y va quedando arrinconado. Muere de hidropesía en 1745, cinco años antes que Bach.

El personaje Zelenka.

El lector habrá observado que sólo se ha hablado de la vida profesional de nuestro autor. Pero ¿Y su vida personal? Se sabe poco. Era una persona poco sociable que se dejaba ver en público en representaciones musicales y poco más. No es un músico cortesano. Permanece soltero toda su vida y no se le conocen amores. No sabemos casi nada del personaje, ni aficiones, ni personalidad ni vida cotidiana, aunque por lo que su correspondencia deja entrever lo imaginamos introvertido y arrastrando una perenne frustración por su siempre precaria situación económica y poca consideración hacia su obra.

– No diga usted “no sé…”. O sabe o no sabe. Los autores caen en el olvido con frecuencia. Si no es por Mendelssohn de Bach no se acuerda nadie. Yo le digo que Zelenka tiene méritos más que de sobra para estar entre los mejores. De hecho, poco a poco se le va programando con más frecuencia en todo el mundo.

– Veamos esos méritos pues.

– Primero, acredita un dominio extraordinario de la composición. Tanto en la imaginación de sus melodías como en la instrumentación donde encuentra soluciones de lo más sorprendente y armónicamente… qué le diría… es audaz, innovador, genial… con un dominio del contrapunto inigualable. Como el hombre era contrabajista de profesión escribía unos bajos continuos muy complejos y especialmente interesantes. Imagine un Bach a la católica con aroma de folclore checo, con ganas de superar a sus grandes maestros. No por ambición de renombre sino por ambición de alcanzar la excelencia…

– Mire H*, yo no sé mucho de esto, pero, por lo que tengo entendido, en aquel siglo XVIII músicos de los que se pudiera hablar así había muchos.

– Muchos sí. Había muchos de gran talento. Pero le aseguro a usted que Zelenka va más allá del talento. Por él asoma el genio.

– Eso es mucho decir, pero entonces… y dado que tanto ha reflexionado, cómo explica usted que ese genio no haya sido reconocido.

– Su genio va siendo reconocido, es imposible que hubiera permanecido escondido para siempre, o a lo mejor sí. Pero sea como sea, cada personaje tiene su historia, sus vicisitudes y avatares que pueden ser estudiados y si Bach estuvo en hibernación, por así decir, casi cien años, pues Zelenka ha estado más. Para nosotros ya no importa porque lo tenemos ahí para disfrutarlo. En todo caso, su olvido tendrá causas que todavía desconozco, pero se podrá aventurar algo. Digo yo…

Hipótesis sobre el olvido de Zelenka.

Es imposible que haya una causa única. Con seguridad, varios factores explican este destierro del conocimiento público. Aquí expondremos un catálogo de hipótesis que hemos recogido aquí y allá para que el lector se quede con las que más le gusten.

  • Hipótesis #1

Zelenka no es ni Italiano, ni francés ni alemán. Con frecuencia los autores de estas nacionalidades han despegado por el celo de estos pueblos para hacer conocer a sus grandes maestros. El prestigio, poder y proyección de estas naciones hacen que parezca que el genio se reparta entre unas pocas banderas. La República checa no obtiene reconocimiento como potencia musical hasta el siglo XIX y por su asociación con la música alemana o vienesa.

  • Hipótesis #2

Zelenka escribe música católica en un mundo luterano. Su música queda olvidada cuando las veleidades católicas de los electores sajones pasan, especialmente si no son seguidas ni por el pueblo ni por los cortesanos. Dresde es una capital protestante donde el culto católico tuvo un cierto auge artificial durante unas pocas décadas. Además, el poderío político y cultural de la época de los electores católicos en Sajonia acaba por marchitarse completamente.  De esta forma y al no ser Zelenka un personaje especialmente cosmopolita ni sus obras publicadas, su obra deja de tener difusión, utilidad y actualidad y, al fin, desaparece.

  • Hipótesis #3

Zelenka, como Bach, no escribe ópera que es el formato que ya en la segunda mitad del siglo XVIII es el preferido del público. Tampoco tiene obra para tecla. El cembalo como instrumento rey del siglo XVIII y el piano del XIX no tienen música de Zelenka que llevarse a sus teclas. Por ello, su obra no encaja con los gustos del público de la época ni tampoco de los públicos inmediatamente posteriores.

  • Hipótesis #4

La reina María Josefa se hace con la obra de Zelenka al morir éste (Costumbre que tenía esta señora cada vez que uno de sus compositores fallecía) y la guarda bajo siete llaves. Ni Telemann pudo acercarse a esas partituras prisioneras, pese a intentarlo con denuedo.

  • Hipótesis #5

Los músicos de su época pudieron sentir algún alivio con su apartamiento a las sombras de la historia por ser sus partituras de mucha dificultad de ejecución. Otros colegas no tuvieron mucho interés en divulgar su obra por temor a que la propia quedara desvalorada por comparación.  Por ello su obra se iría pudriendo en los archivos y se ha acabado perdiendo.

Segunda vida de la música de Zelenka.

Si en 1829 Mendelssohn rescata a Bach del abandono que sufre tras su muerte, es Smetana el que se encarga del mismo papel redescubriendo a Zelenka para el público checo, y así, en los festivales de Praga de 1863 se programan sus suites orquestales. Ciertamente, este acontecimiento, que se suele citar como hito, tampoco produce un efecto especialmente notable. Probablemente ha sido el auge imparable de la musicología desde los años cincuenta y sesenta, de los directores que han impulsado el estudio del siglo XVIII con sus interpretaciones con instrumentos originales e intentando profundizar en aspectos estilísticos etc. los que han resucitado esta música y la han puesto de moda (y la de Heinichen, Pergolesi, Wassenaer, Campra…).

Desde los años cincuenta se ha venido publicando la obra orquestal casi completa y una buena cantidad de su obra religiosa. Durante bastante tiempo corrió la especie de que su obra se había perdido en el bombardeo de Dresde de febrero de 1945. Pero, aunque es cierto que alguna de las bombas aliadas bien pudiera haber hecho desaparecer ese tesoro, afortunadamente la información no era correcta. Su obra estaba guardada en un cofre hermético en los sótanos del Palacio Japonés de Dresde que sí que sufrió importantes daños en aquellos días aciagos para la ciudad. El cofre acabó nadando en el agua filtrada en el sótano, y resultó hermético a medias, pero gracias a la excelente calidad del papel y de la tinta pudo recuperarse casi todo para alivio general.

Palacio Japonés de Dresde

– Mire amigo H*, la fama, el renombre, el prestigio, o como lo quiera usted llamar, depende de varios factores. Su celebrado Zelenka habrá compuesto mucha música genial y lo que usted quiera, pero, justa o injustamente, ha sido aceptado por los aficionados muy entendidos y poco o nada por el gran público. ¿Sabe usted por qué no tiene la fama de Albinoni, Vivaldi, Mozart, Bach, Haendel, Beethoven y otros?

– Querido R*, dígamelo usted.

-Es una cuestión sencilla. Pues porque todavía no ha aparecido ninguna melodía que le identifique. Si uno oye el principio de la quinta sinfonía de Beethoven, todo el mundo piensa en él.

– Ya, y qué me dice usted de Telemann. ¿Es que hay alguna melodía universalmente conocida que le identifique? No se me ocurre ninguna.

– Ahí vamos. Por ello Telemann no tiene la proyección de los antes citados. Si la tuviera sería un Haendel, pero como no la tiene se ha de conformar con un renombre entre los aficionados y ya está. Si Zelenka sigue provocando este interés será en el futuro otro Telemann. Ninguno de los dos dará el salto al conocimiento del gran público. Éste ya tiene héroes de sobra.

– Amigo R*, no sabrá usted de esto, pero a lo mejor ha dado en el clavo.

Juan de Dios Tallo

 

Según el musicólogo D. Nelson estas serían sus obras más representativas e importantes dentro de lo que hay grabado (enlazan a vídeos de youtube)

Missa Sancti Josephi/Litaniae ZWV 155, dir. Viktora, on Nibiru 0153 2231

Missa Purificationis/Litaniae ZWV151, dir Viktora, on Nibiru 01472211

Missa Dei Filii/Litaniae ZWV152 dirBernius, on Deutsche Harmonia Mundi 7922-2 RC

Missa Omnium Sanctorum etc., dir Viktora on Nibiru 01542231

Lamentations of Jeremiah, Chandos Baroque on Hyperion Helios CDH 55424

Sonatas I-VI, Chamber Orchestra of Europe Soloists on Claves CD50-9511/12 [two discs]

Requiem/De Profundis/Miserere, Il Fondamento, dir Dombrecht, on Passacaille 9528

Requiem

De profundis

Miserere

Il Serpente del Bronzo, Ensemble Inégal, dir Viktora, on Nibiru 0146-2211

Sub Olea Pacis, Musica Florea, dir Štryncl, on Supraphon Su3520-2 232 [two discs]

Serenata “Il Diamante”, dir Viktora on Niburu 0151 2232

Officium Defunctorum and Requiem ZWV 46/46 directed by Luks on Accent ACC24244

Officium

Requiem ZWV 46/46


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