Dr. John Marion Cooksey (1942-2012), por Alfonso Elorriaga
Dr. John Marion Cooksey, educador coral: Un icono de la investigación de la muda de la voz masculina en la adolescencia.
Recientemente (en noviembre de 2012) ha fallecido en Minnesota (USA) el profesor norteamericano John Marion Cooksey (Universidad de Utah), autor de la “Teoría ecléctica contemporánea de la muda de la voz masculina en la adolescencia”. Esta teoría surgió con el ánimo de corroborar y ampliar la teoría previa de la voz cambiata de Irvin Cooper (de la Universidad de Florida). El propio Cooksey (que fue alumno de Cooper en su juventud) definió sus trabajos como el producto de una labor de investigación previa que culminó con la publicación de cuatro artículos en la Revista The Choral Journal entre 1977 y 1978, donde publicó su teoría. Como he dicho, J. M. Cooksey fue un estudiante de Irvin Cooper y su teoría de la voz cambiata, pero rompió con la tradición de su mentor, encontrando muy limitada la clasificación de la voz masculina adolescente que su predecesor había configurado en los años cincuenta y sesenta. Es decir, podemos considerar la teoría de Cooksey como una ampliación moderna de las tesis de Cooper. Cooksey, a través de sus trabajos de investigación amplió la teoría de Cooper hasta considerar finalmente en 1977 cinco categorías de la voz (que ampliará a seis en 1992) para la voz masculina en la adolescencia. Para ello, aportó una serie de nuevas pruebas y evidencias hasta detallar bastantes aspectos, tal y como él mismo escribió.
Cada una de las etapas descritas por Cooksey posee sus propias características en cuanto a SFF, ámbito, tesitura y cualidades vocales que hacen de ella algo único y distinguible del resto, aunque el propio Cooksey intentó delimitar un marco temporal de crecimiento laríngeo. Hoy en día ya se ha aceptado internacionalmente que el ritmo y velocidad del cambio de la voz varía entre distintos individuos y ambos están directamente relacionados con el desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias asociadas al periodo de la pubertad y otros factores hormonales propios de cada adolescente. Cooksey comenzó por establecer que los primeros síntomas del cambio de la voz denotan un incremento de la ventilación de la voz y la aparición de ciertos rasgos de tensión vocal en el registro agudo de la voz infantil. Este hecho suele ocasionar una pérdida repentina del registro más agudo de la voz infantil como un rasgo característico que anuncia el comienzo inminente del proceso de cambio de la voz. Esta pérdida de notas agudas suele aparecer antes que comience a descender el registro grave de la voz, por ello, al principio del cambio (en un estadio de “pre-cambio”) el ámbito vocal sufre un acortamiento en el agudo sin por ello presentar aún una expansión descendente en el grave. Una vez iniciado el proceso de la muda, ésta se hace notar porque el registro grave comienza a descender gradualmente. La nota más grave del ámbito vocal muestra una progresión continua de terceras descendentes durante las cinco etapas de la voz adolescente masculina. Normalmente desciende uno o dos semitonos cada 3 o 4 semanas.
En 1992 Cooksey revisó su teoría de clasificación vocal añadiendo la última fase de “barítono en desarrollo”. También aportó un estudio complementario realizado en California sobre 86 adolescentes varones de séptimo grado[1], de dos escuelas secundarias distintas, un subgrupo con experiencia vocal (perteneciente a un coro) y otro sin experiencia vocal. Se trataba de un estudio longitudinal que se prolongó durante tres años y en el cual se tomaron mediciones fonográficas y espectrales sobre factores vocales, acústicos y fisiológicos. Como conclusiones, decir que Cooksey en 1993 de nuevo ratificó su sistema de clasificación de 1977 (revisado en 1992) y realizó un sumario que merece la pena transcribir completo aquí (Cooksey, 1993, p. 36):
- La maduración de la voz masculina ocurre a distintas velocidades (según el individuo) a través de un patrón (predecible, gradual y secuencial) de distintas fases o etapas.
- El ámbito vocal es el criterio vocal más importante para clasificar la voz dentro de una etapa.
- Otros criterios importantes para la clasificación vocal incluyen la tesitura, la calidad de la voz, el desarrollo del registro y la afinación media de la voz hablada.
- Durante el séptimo grado (12-13 años) es muy posible que haya una representación de todas y cada una de las fases de madurez vocal.
- Para la mayoría de los chicos, la muda de la voz comienza hacia los 12-13 años, alcanza su fase más activa sobre los 13-14 y finalizará definitivamente entre los 15 y 18, ya que la voz continua expandiéndose durante estos últimos años, pero a un ritmo mucho más lento.
- Hay una tendencia generalizada a que la voz es mucho más estable en su límite grave que en el agudo durante todas las fases de la muda.
- Como resultado de la secreción hormonal de cada individuo, el primer estadio de la muda de la voz ocurre en distinto momento para cada individuo, resultando difícil detectar cuando va a ocurrir, ya que aunque el límite agudo desciende, apenas hay cambios en el timbre de la voz.
- Las fases de desarrollo sexual de la pubertad discurren paralelamente a las de la voz. Los cambios más notables de la voz coinciden con el clímax de la pubertad, cuando los caracteres sexuales secundarios están plenamente desarrollados.
- La media de la duración de la fase más crítica de la muda de la voz es de trece meses.
- La calidad de la voz adulta no debe ser buscada ni esperada en las voces adolescentes masculinas, ni siquiera después de haber alcanzado la fase de barítono en desarrollo.
- Las variables fisiológicas (peso, altura, desarrollo pectoral, capacidad vital, etc.) aumentan a lo largo del desarrollo de la voz. El crecimiento en altura parece estar relacionado con el desarrollo laríngeo en las primeras fases, mientras que el aumento en peso parece estarlo con las fases secundarias del desarrollo de la voz.
- El registro de falsetto emerge durante la fase más activa de la muda de la voz.
- Los datos acústicos revelan un aumento del airamiento de la voz durante las fases más activas de la muda, pero en ningún caso aparecen disfonías relacionadas.
Este artículo es posiblemente el último de relevancia que escribió. Cooksey siguió escribiendo artículos menores después de éste, muchos de ellos en colaboración con otros autores, pero en ninguno aporta datos nuevos sobre su teoría o llega a modificarla en ningún caso. Destacamos uno escrito con Graham F. Welch (1998) donde realiza una crítica al currículo nacional británico en materia de educación musical, denunciando que el currículo no mencione una sola palabra acerca la muda de la voz ni de sus consecuencias a nivel didáctico, por lo que los profesores británicos no reciben la adecuada formación en este terreno. En 2000 participará en la redacción del capítulo de un libro sobre voz, donde afirmará que “las nuevas voces juveniles de las fases cuatro y cinco, tienden a presentar una pérdida en la agilidad y flexibilidad vocal” (Cooksey, 2000, p. 830). Más recientemente, otro educador coral e investigador que ha continuado la labor de investigación de Cooksey ha sido el Dr. Patrick Freer (universidad de Georgia, USA), que en 2011 y 2012 visitó España con el motivo de impartir sendos cursos de formación del profesorado.
La memoria y el trabajo del profesor J.M. Cooksey permanece aún viva en todos aquellos educadores corales que dedicamos nuestros esfuerzos a trabajar el canto coral con adolescentes, y sigue siendo un punto actual incuestionable de referencia en todos los trabajos de investigación que sobre este ámbito se siguen planteando en el mundo. Descanse en paz.
Dr. Alfonso Elorriaga.
Universidad Complutense de Madrid
Dpto. de Expresión Musical y Corporal
Bibliografia consultada
COOKSEY, J. M. (1977- 1978): “The development of a contemporary, eclectic theory for the training and cultivation of the junior high school male changing voice”. The Choral Journal, 18( 2: 5-14) ( 3: 5-16) ( 4: 5-15) (5: 5-17).
COOKSEY, J. M.; BECKETT, R. L.; WISEMAN, R. A. (1981): “A longitudinal investigation of selected vocal, physiological and acoustical factors associated with the voice maturation in the junior high school male adolescent”. Convención Nacional de la Asociación Americana de Directores de Coro. New Orleans (Louisiana).
COOKSEY, J. M. (1992): Working with the adolescent voice. St. Louis, Concordia Pub.
COOKSEY, J. M. (1993): “Do adolescent voices ‘break’ or do they ‘transform’?”. Voice, 2, 15-39.
COOKSEY, J. M.; WELCH, G. F. (1998): “Adolescence, Singing Development and National Curricula Design”. British Journal of Music Education, 15(1), 99-111.
COOKSEY, J. M. (2000): “Voice transformation in male adolescents”. En: L. Thurman y G. F. Welch (eds.): Bodymind & Voice: foundations of voice education, book four: lifespan voice development (págs. 718-744). Collegeville, MN, Voicecare Network.
HALE, R. H. (2009): John Marion Cooksey: Choral music educator and conductor. Tesis doctoral inédita, Florida State University, Florida.
ELORRIAGA, A. (2010): “El coro de adolescentes en un instituto de educación secundaria: Un estudio de fonación”.Revista Electrónica Complutense de Investigación en Educación Musical, 7, 1-20.
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FREER, P. K. (2009): Getting Started with Middle School Choir. Lanham, MD: Rowman & Littlefield Education.
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