Estreno argentino de “La Pasión según San Marcos” de Golijov
Con motivo del estreno en Buenos Aires de la Pasión según San Marcos de Osvaldo Golijov el 14 de marzo de 2012, el diario Los Andes le dedica un artículo que transcribimos:
Osvaldo Golijov abre la temporada lírica del Teatro Colón
Si Dios es argentino lo confirma el estreno de “La Pasión según San Marcos”, la innovadora obra del maestro Osvaldo Golijov que abrirá hoy la temporada lírica 2012 del Teatro Colón. La ópera está bajo música y dirección escénica del propio maestro, mientras la dirección musical será de la venezolana María Guinand. Las cuatro funciones programadas serán desde hoy al 18 de marzo. No hay dudas de que es un punto altísimo en el calendario de la lírica contemporánea y acaso una suerte de reparación artística.
Es que Golijov compuso “La Pasión según San Marcos” por encargo de la Internationale Bachakademie, en ocasión del 250º aniversario de la muerte de Bach. Se estrenó en setiembre de 2000, en el Beethovenhalle de Stuttgart (Alemania) y muy pronto la ópera viraría al éxito internacional; las giras fueron por Londres, Miami, Nueva York, Milán, Roma, Amsterdam, Sydney, Caracas y Los Ángeles.
A poco más de una década la obra ya tiene dos grabaciones en disco. El éxito no ha sido precisamente esquivo para el maestro: en 2007, Golijov obtuvo dos Premios Grammy por “Ainadamar”, en las categorías Mejor grabación de ópera y Mejor composición clásica contemporánea. En esta ópera en tres actos, con libreto deDavid Henry Hwang, conviven la actriz Margarita Xirgú y el poeta Federico García Lorca.
La expectativa por el estreno en Argentina de “La Pasión según San Marcos” es justificada. La obra es un vibrante drama musical inspirado en el carácter contemporáneo de lo latino, un pasaje a un mundo imaginario, bajo el imperio de la diversidad: estilos musicales, idiomas y bailes. La ópera es un recorrido continental y épico, ya que sus ritmos oscilan entre la salsa cubana, el samba brasileño, flamenco español, tango argentino y el llamado ancestral de la música judía, litúrgica y klezmer. Alguien ya consideró que es “la primera obra maestra del siglo XXI”.
Para los críticos, la partitura exhibe una claridad tonal y formal que la emparenta más con una ópera rock de The Who que con la música clásica. La exuberancia de ciertos pasajes, como aquellos en que los sones cubanos dan fondo al relato de la traición de Judas durante la última cena. Pocas veces este símbolo universal de la traición ha sido central en la lírica. Otro de los sustentos claves se basa en que es una obra cantada principalmente en español.
“Se trata de un concierto de voces e instrumentos folclóricos que recuerdan las celebraciones de los Viernes Santo en los pueblos. La narración de la obra no se hace de manera literal sino que el compositor prefirió, en algunos pasajes, intercalar el texto bíblico con poemas y rezos de distintas culturas y ponerlo en voz de varios narradores, que pueden ser voces masculinas o femeninas. El resultado es una obra interesantísima, que marca la entrada triunfal de la música sacra latinoamericana contemporánea en el panorama mundial”, refiere un crítico mexicano.
El autor y las críticas
Golijov creció en La Plata, en una familia que llegó desde Rumania y Ucrania, hijo de madre profesora de piano y padre médico. Antes de “La Pasión…”, principio de los 90, trabajó con dos cuartetos de cuerdas: el St. Lawrence y el Kronos. Todo viento a favor: sus composiciones incluyen bandas sonoras para las películas de Francis Ford Coppola (“Youth Without Youth” y la filmada en Argentina “Tetro”) y “Azul”, concierto para chelo para Yo-Yo Ma y la Sinfónica de Boston, entre los puntos más destacados.
Cuando fue estrenada “La Pasión…”, la ovación al terminar la obra fue de casi media hora. Todos estaban sorprendidos por una singular interpretación del Evangelio, firmada por un compositor judío que tuvo que comprarse un Nuevo Testamento antes de ponerse a trabajar en la partitura.
Para Los Ángeles Times, la obra “es una maravillosa nueva voz para expresar la alegría y las penas de un bullicioso mundo multicultural y atraviesa todos los muros étnicos como si de hecho no existieran”. Alex Ross, para el The New Yorker: “¿Era Madonna quien estaba en la sala? ¿O por lo menos Michael Jackson? No. Quien estaba en la sala era un compositor argentino que cae como una bomba para quienes creen que la música clásica es un arte exclusivamente europeo. Tiene un aire revolucionario, como si la historia de la música empezara otra vez con nuevos y sensuales materiales y con un tono nuevo y afirmativo”.
Golijov no oculta su simpatía por el club Estudiantes de La Plata, ni oculta sus recuerdos del triunfo mundial del equipo dirigido por Osvaldo Zubeldía en 1968. Todo matizado por sus estudios de piano en el Conservatorio de La Plata. En 1983 se mudó a Israel, para estudiar con Mark Kopytman en la Academia Rubin de Jerusalén. Tres años después cruzó el mar para obtener un PhD de la Universidad de Pensilvania. Allí estudió con el compositor George Crumb.
Hoy Golijov es compositor permanente de la Orquesta Sinfónica de Chicago y vive con su familia en Newton, Massachusetts.
Argentina comienza a saldar una deuda y acortar distancia con este talento imparable de la música erudita del momento. La fábula sería la del hijo pródigo retornando a casa, luego del éxito y los triunfos en comarcas remotas y poderosas. No parece ser un mal escenario el que ofrece el Teatro Colón como fondo de esta historia. En breve lo sabremos.
Mauricio Runno – Especial para Estilo
En la web de Radio Nacional Clásica argentina nos proponen compartir un momento del programa especial que se realizó en noviembre del 2011, con la presencia de Golijov en sus estudios, junto a Pablo Kohan, Sandra dela Fuente y Ricardo Salton.
En este fragmento de la entrevista, Golijov habla, precisamente, de la génesis y de las características de La Pasión según san Marcos.
Osvaldo Golijov habla sobre “La pasión según San Marcos”
Más fragmentos de esa misma charla del pasado 2 de noviembre en los estudios de La 96.7.
En otro momento , el compositor habló de su experiencia como autor de música para cine y de su trabajo junto a Francis Ford Coppola.
