Además de la música… por Cecilia Di Marco y Pilar Fernández
Además de la música… Reflexiones sobre el rol del director de coros
Quien dirige un coro sabe que la partitura es el vínculo de comunicación entre él y los integrantes del coro que dirige.
Antes de comenzar a ensayar una nueva obra la analiza y estudia estando muy atento a muchos aspectos importantes. ¿A qué nos referimos?
A la estética del compositor dentro de la cual se encuentran el estudio de la armonía, el tratamiento melódico y su textura, sea polifónica, homofónica, contrapuntística, modal o tonal…
Al igual que realiza este estudio, nos preguntamos:
¿El Director debería también prepararse para abordar las relaciones con las personas que harán posible un dibujo melódico de la obra a interpretar?
La textura o la línea melódica, su contrapunto, la forma, la estructura, en fin el dominio que debe tener el director sobre la obra, hace que su compromiso sea riguroso con la música y sus interlocutores. Todo ello hace que además de autoridad musical, sea alguien en quien se deposita la confianza .
¿Cómo de importante es que el Director desarrolle su capacidad para generar confianza?
Cuando un Director genera confianza es percibido como alguien que resuelve problemas. Alguien que resuelve problemas es identificado como un agente positivo de cambio, de forma que sus interlocutores verán en su propuesta musical una oportunidad suficientemente importante como para comprometerse con ella. El compromiso con la obra es esencial para su estudio eficaz y también para atender a todos los matices necesarios para una buena interpretación.
La palabra “interpretación” nos transporta hacia otro aspecto que el Director analiza y estudia antes de comenzar a ensayar una obra:
El tratamiento musical en relación con el texto. En este sentido, el Director debe conocer las fuentes literarias y atender a la inflexión y conexión de la música en el texto y tener en cuenta la fonética del idioma. La transmisión de estos matices ayuda al coro en la interpretación de la obra.
La palabra “texto” hace que pensemos en palabras y lenguaje oral. Al igual que el Director atiende a este reto cuando estudia la partitura, existe otro mundo apasionante que es el de las personas. En este ámbito nos preguntamos:
¿Cómo hablan y qué dicen los componentes del coro?
¿Cuáles son sus “textos”?
Atendiendo a este ámbito, el de las personas, quien dirige un coro tendría que atender a las diferencias individuales y observar si predomina más en las actuaciones de las personas habilidades como son la apertura, la fiabilidad, la aceptación ó la autenticidad. Observar si lo que hacen y dicen responde a la necesidad psicológica de aprecio, de reconocimiento, logro o seguridad.
Al igual que el contrapunto estudia las voces independientemente y la consonancia o disonancia de “una contra la otra”, las personas (integrantes del coro), son diferentes entre sí. El tratarlas según sus diferencias y similitudes es esencial para obtener de ellos resultados musicales óptimos.
Como sabemos, el contrapunto es la técnica que estudia la relación entre dos y más voces para obtener un equilibrio armónico.
¿Cómo son tratadas las disonancias? ¿Cómo hay que abordarlas? ¿Que procesos modulatorios se encuentran en la obra?
Quien dirige un coro debe de atender también al contrapunto de sus integrantes, a las disonancias, a los procesos propios de las relaciones interprersonales, a los momentos de tensión y distención, en fin,… al equilibrio armónico de las personas que integran un proyecto coral.
En su preparación de la obra, el Director también estudia y analiza el ritmo, la dinámica, la articulación, la agógica… Cada frase encierra un universo sonoro que enlazada con las demás logra la interpretación en la cual siempre se busca la belleza.
¿Cómo se prepara para canalizar la dinámica de la motivación, las emociones, las expectativas y las aspiraciones de cada integrante en el coro?
Cada Director tiene su forma personal de afrontar el estudio y preparación de cada obra y la versión que quiere llevar a cabo. De igual modo, cada Director tiene su forma impulsiva ó meditada de abordar las relaciones.
Si lo primero lo prepara con esmero, ¿Cómo es que deja lo segundo a la improvisación y al azar?
Una vez finalizada la etapa de preparación, ¡comienza la parte práctica!: el ensayo de la obra. El Director en cada ensayo transmite lo que desea plasmar de la obra, su ideal sonoro y su forma de concebirla.
Lograr una afinación correcta, el equilibrio sonoro de las diferentes voces, el empaste (busca un sonido detrás de cada integrante para lograr que “todos suenen uno”) son algunos aspectos que el director prioriza y así va avanzando en el montaje de la obra.
Todo lo especificado en el párrafo anterior se refiere a aspectos relevantes del trabajo en equipo. Ese espacio es el camino transversal por el que avanzan todos juntos hasta el día de la actuación.
Aquí, el Director ejerce su liderazgo para conseguir la coherencia (normas compartidas) y la cohesión de los integrantes del coro. Así como el contrapunto y la armonía tienen sus reglas, es importante que también se tengan en cuenta las reglas del trabajo en equipo y los aspectos relacionados con la comunicación humana. Promover el compromiso de acción, la cooperación, la tolerancia y hacerlo desde el respeto hacia los individuos conseguirá que la unión haga la fuerza.
En cuanto a la comunicación, es cierto que la fisonomía en la expresión de sus gestos es vital para que los integrantes tengan la máxima claridad en conocer el carácter interpretativo de la obra. Sin embargo no es suficiente. Además de ello, el trato con las personas, las estrategias para atender a los estados emocionales y el método para la solución de problemas son materias también importantes
El Director, es docente y comunicador. Además en los conciertos es mediador entre el coro que dirige y el público que escucha.
¿Sabe “ser” todo esto el Director de coros? ¿Conoce la amplitud de las exigencias del rol que desempeña?
¿Es consciente de que la realidad con la que trabaja va más allá de la música?
¿Sabe que la armonía en la música es tan importante como la armonía entre las personas?
¿Sabe que el equilibrio sonoro depende también del equilibrio y la cohesión del equipo?
¿Conoce qué estrategias debe poner en marcha para satisfacer las diferentes necesidades psicológicas?
¿Sus intervenciones (lo que hace y lo que dice) proporcionan coherencia y cohesión dentro del equipo o lo contrario?
¿Por qué no pensar que la agógica de la vida es tan vital como la agógica musical?
Cecilia Di Marco Moreno. Directora de coros. Co – autora del Programa: El director de coro como profesional de la comunicación.
Pilar Fernández Zanca. Consultora en RRHH y Coach Ejecutivo. Integrante de coros y estudiante de piano.
El Director de Coros como Profesional de la Comunicación
Se trata de un programa de formación innovador, eficaz y práctico que atiende a necesidades de directores de coro, orquesta, banda y preparadores vocales.
Trata sobre la problemática a la que se enfrenta el director, ante la variedad de interlocutores con motivaciones, deseos y aspiraciones diferentes a las que debe atender. El enfoque es práctico y versa sobre las habilidades de comunicación y estrategias que debe desplegar el director para gestionar las relaciones. De ese modo podrá conseguir mejor la optimización de sus resultados musicales.
El programa consta de dos modalidades: presencial y online.