XIII Muestra Polifonía Religiosa “Fernando Gigante”: Crónica
El pasado 31 de octubre, víspera de la festividad de Todos los Santos, tuvo lugar en la parroquia de Santa María la Mayor de Daimiel la XIII Muestra de Polifonía Religiosa “Fernando Gigante”, que contó con la participación de la Capilla de Música de la Catedral de Cuenca, aparte de los anfitriones, el Coro Laminium. La presentación del evento corrió a cargo de Rosa Fernández-Espartero García-Consuegra, miembro destacado de la A. C. Bolote de Daimiel.
La Muestra se extendió a lo largo de hora y media, y fue abierta por la Capilla de Cuenca, que entusiasmó a los asistentes con una interpretación repleta de delicadeza, matices y sentimiento. Un concierto en el que fueron desgranando e ilustrando musicalmente diversos hitos de la vida de María. La primera parte estuvo compuesta por tres Ave María de diferentes autores (Biebl, Bruckner y Busto) intercalados por el Angelus en gregoriano. En la segunda parte, dedicada a María como Madre del Amor, interpretaron un delicioso y sutil Ubi Caritas de Duruflé y un O Sanctissma, coral siciliano anónimo. De ahí pasaron a una perspectiva eucarística con el Ave Verum de Gounod, uno de los más importantes a nivel coral, y el Caro mea, del compositor austriaco Ignaz Mitterer. A continuación presentaron a María al pie de la Cruz a través del contraste entre la polifonía clásica del O vos omnes de T. L. de Victoria y el austero pero lleno de sentimiento de dolor Stabat Mater de Kodaly. Y para finalizar, sus voces inundaron las naves del templo con la apoteosis de la Resurrección, trasmitiendo fuerza y júbilo con el Exultate Deo de Scarlatti y el himno Regina coeli de Aichinger. Fuera de programa, como bis, cantaron el Exultate justi de Elberdin, himno a Todos los Santos con motivo de la festividad en que se celebraba el acontecimiento.
La Muestra continuó con el Coro Laminium, que interpretó con precisión y entusiasmo cinco obras escogidas de su complejo y cuidado repertorio, todas ellas de los siglos XIX y XX. Abrieron su intervención con el Lacrimosa de Calixto Álvarez, para continuar con Lux aurumque de Whitacre, poema adaptado al latín sobre el nacimiento de Jesús, el Abendlied de Rheinberger, un versículo del evangelio de San Lucas, Northern Lights de Gjeilo, con letra del libro bíblico del Cantar de los Cantares, y finalizaron con el ímpetu del Cantate Domino de Elberdin, obra que tiene la peculiaridad de intercalar fragmentos en inglés, latín y euskera.
Tras la intervención de ambas formaciones se realizó una entrega de obsequios al director del grupo participante, a la presentadora del acto y al expresidente del Coro Laminium quien, durante sus 15 años de mandato, no ha escatimado esfuerzos y dedicación, contribuyendo a lo que hoy en día es esta agrupación coral.
Una Muestra de Música Religiosa que se consolida en la provincia de Ciudad Real y en la región castellano-manchega con el decidido empeño por acercarnos lo mejor de la música coral para deleite de los espectadores.