Entre los días 16 y 18 de septiembre, se ha celebrado en Oslo, el 25º Aniversario de la Federación Noruega de Coros. He tenido el honor de ser director invitado para el acto puramente coral, con la participación de 2 coros femeninos y 2 mixtos, todos ellos interpretando alguna de mis obras y otras de su repertorio habitual.

La mayor de las sorpresas fue ver a 80 delegados del país representando a los 30.000 cantores censados por la Federación. Noruega, un país con 5.000.000 de habitantes tiene unos 30.000 cantores (sic).

La organización absolutamente impecable, con trabajo de los delegados en la organización de proyectos para el periodo 2010-2012 y talleres en los que  sacaban a la luz los diversos problemas que se presentaban en las diferentes zonas (el país es enorme).

Desde el apoyo explícito del Rey de Noruega, estamentos políticos, administrativos, etc…todos se empeñaron en que los actos fueran multitudinarios y os contaré algunos detalles que me sorprendieron.

El equipo administrativo de la Federación, está formado por una plantilla FIJA de 12 miembros (18 en ocasiones al añadirse 6 eventuales en función de las necesidades organizativas de eventos), con su presidencia, secretaría, tesorería, vocales…etc. La sede, ubicada en el corazón de Oslo está estupendamente equipada en lo material (despachos, almacén, sala de reuniones) y  con personal encantador, destacando que siempre hay alguien que habla español, francés, inglés, etc…

Sobre las actividades, además de los señalados talleres, se hizo un primer concierto en iglesia, el viernes 17 a las 22.00 horas, con la participación de los  coros arriba mencionados, excelentes los dos femeninos y menos los mixtos, aunque el nivel de ambos era, al menos, interesante.

El sábado, la gran fiesta en un teatro de la Universidad. 250 mujeres procedentes de diversos puntos del país, con un grupo (batería, bajo, guitarra y 2 pianos) hicieron un precioso y divertido concierto, a las 18.00 h. con arreglos fantásticos de algunas de las obras más populares de ABBA, con “atuendos ad hoc” (lentejuelas, pantalones ceñidos, elementos decorativos fucsia, etc…).

Posteriormente nos ofrecieron una cena en la Nueva Ópera de Oslo, pegada al fiordo, frente al Ayuntamiento. El edificio,  con forma de barco, en blanco y madera,  es  muy visitado. Según nos comentaron, empieza a ser un símbolo para los noruegos, al estilo de la de Sydney. La cena con platos suculentos aunque minimalistas. Algunas ausencias relevantes como la de Carl HØGSET, en Arezzo los mismos días, pero envió un mensaje visto en pantalla.

Termino. Una preciosa experiencia en un país coral con muchos cantores y con todo tipo de coros, aunque se diferencian de nosotros en la importancia relevante que tiene para los noruegos la música para coro.

Saludos.

Javi Busto