Un inesperado homenaje a Javi Busto en Valladolid, por Javi Busto
Cuando mi cuñado, Jesús Vega, me comentó hace algunos meses que a la Coral Valparaíso, en la que canta, le gustaría que me acercara a Valladolid para celebrar el 10º aniversario de la composición, que les dediqué, con texto de Francisco Pino, ESTA TIERRA, me pareció la cosa más natural a la que le dí la importancia justa. Además, para conmemorar el hecho, les escribí una nueva canción de título MESETA, en esta ocasión, con texto de Jorge Guillén, algo más compleja en lo que se refiere al poema y, por lo tanto, más compleja en lo musical.
Hasta aquí todo normal. Reunión en Valladolid, trabajo con el coro y quizás reencuentro con algunos directores amigos.
Cuando el día 18 de marzo, Maruchi y un servidor, llegamos a Valladolid, aparentemente todo parecía normal, sin ningún tipo de aspaviento.
Sobre las 18:45h llegamos al “supuesto ensayo” en el teatro Zorilla. Me acercaron a la sala de ensayo y…SORPRESA 246 cantores de distintos coros de la ciudad dirigidos por grandes amigos y magníficos músicos, me recibían con una gran ovación y mi sorpresa, añadiendo la presencia de mi hija Ana… os la podéis imaginar.
Cantamos una vez Esta Tierra y, tras firmar unos cuantos libros, magníficamente preparados por mi mujer, Maruchi Vega y mis hijos, Ana y Jon, empecé a entender que allí se cocía algo y que escapaba totalmente al control de mi mente.
Me llevaron al teatro, lo que empezó, todavía en mayor medida, a sobrepasar mis posibilidades para controlar la situación.
Allí me presentaron al Alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, quién fue uno de mis profesores de Ginecología y Obstetricia en mi época universitaria. El Vicerrector, José María Marbán, representando a la universidad. El presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero y otras autoridades municipales, de diputación y de la universidad. Al presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, José Antonio Otero. Gracias a todos ellos por sumarse a mi homenaje y, de una manera u otra, colaborar activamente en los actos.
Aparecieron en el pasillo, además de mis familiares, personas fundamentales en mis inicios como director de coro como, por ejemplo, Margarita Morante, responsable, a través de la Bienal del Sonido, de realizar el primer curso de dirección de coros en Valladolid y en el que entré a saco con la actividad coral.
José Ramón Echezarreta, pianista de renombre y que con 14 años apoyaba mis ensayos con Eskifaia en Hondarribia. GRANDE
Algunos directores de coro amigos, Aitor Olivares y Elena Delgado, del Coro Ángel Barja de León; Marisa Martín de la Coral Ágora de Segovia; Mikel Díaz – Emparanza, musicólogo. Llegado desde Burgos mi colega, en la medicina y la dirección de coros, Juan Gabriel Martínez, etc… Esta lista se haría interminable, por lo que me resulta imposible nombrar a todos, tanto directores como representantes de los coros, por lo que pido disculpas.
Añado a Paloma Mantilla y Luis Fernández de Coralea, Elena González Correcher, etc…
Ocupé un asiento en la 4ª fila, junto a mi mujer y el alcalde.
Comenzaron a desfilar los coros, presentados magistralmente por José María Morate Moyano, cantor, compañero, crítico (con criterio) y amigo. Cada coro debía cantar tres obras escritas por JB.
En primer lugar la Coral Valparaíso, bajo la dirección de Toño Redondo. Posteriormente el Coro Vox Vitae, dirigido por Jorge Colino. A los coros Harmonia (mixto), Harmonía Pueri y Alterum Cor, dirigidos los tres por Valentín Benavides. Para lo que yo creía era el final, el Coro de la Universidad de Valladolid, dirigido por Marcos Castán.
Aquí una de las sorpresas de la noche al leer, la secretaria del coro, mi nombramiento como MIEMBRO DE HONOR DEL CORO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID, en el que canté como tenor segundo durante 5 años, algo que tocó mi alma.
Cuando imaginaba que se acercaba el final, Chema Morate, comenta…”como lo normal es que en este tipo de acontecimientos siempre haya alguna sorpresa (¿más?), tengo el placer de presentar a los 42 cantores del Coro de Estudiantes Vascos en Valladolid, Ederki bajo la dirección de Arturo Goicoechea”… ahí me dieron en lo más profundo de mi ser…reencontrarme con antiguos cantores de los años 70 al 76 a los que tuve la fortuna de dirigir y a la par aprender con ellos, produjo en mí un vuelco imposible de explicar. MOMENTAZO. Cantaron “Kantuz” y “Maitia nun zira”… emoción.
Posteriormente, Carmen López, presidenta de la Coral Valparaíso, me hizo entrega de un preciosa cerámica, obra de la componente de la coral, Chele Ortega, en la que trataba de representar Castilla, “Esta Tierra”, con sus diversas expresiones. Gracias amigos por vuestro trabajo y cariño, al organizar un acontecimiento tan complejo.
Hice, para finalizar, un pequeño comentario agradeciendo lo vivido. Cantamos, “Esta tierra” y salimos del teatro con el cuerpo “en estado de gracia”.
Ya en el exterior, tuve la oportunidad de saludar a los familiares de Francisco Pino, autor del texto de “Esta tierra”, otros amigos de antaño, atender alguna llamada telefónica de cantores ausentes y nos dirigimos al restaurante “La Parrilla del Círculo de Recreo”, donde dimos buena cuenta de ricas viandas.
Termino.
Quiero agradecer a mi cuñado, Jesús Vega por ser el responsable de convencer a tanta gente para que dedicaran parte de sus días en preparar este homenaje. Al comité organizador de la Coral Valparaíso, Carmen López, Silvia Fernández, Manuel Blanco, Fermín Muñoz y José María Morate (gracias Sole por estar ahí). A Valentín González de Garibay y la colaboración de mi querida Marigeli, por conseguir que 42 cantores del Coro Ederki dejaran sus quehaceres diarios y se acercaran a ofrecerme tanto afecto.
Un beso y abrazo eterno.
Javi Busto